DIA 6: Martes 19 de julio. ROVANIEMI – NORDKAPP 710 kms

Javier: -Baduuuu…!!! ¿¿¿Hacia dónde vamos???-

Yo: -Rumbo hacia el Nooorteee!!!-

Con esta consigna arrancamos las motos un día más, y comenzamos a rodar en dirección norte, siempre hacia el norte. Esta vez somos tres, ya está el equipo al completo. Y si todo va bien, hoy llegaremos a Cabo Norte, al mítico Nordkapp.



Falta el arbusto seco rodando empujado
por el viento...

Santa Claus en un vago de coj... No sólo trabaja muy pocos días al año, sino que encima el resto del año se levanta a las tantas; estoy seguro de que se pasa el día tumbado a la bartola sin dar palo al agua, que para eso tiene a los pobres duendes idiotas esos. Ahora estoy convencido de que el individuo de aspecto tan perjudicado que vimos ayer en el pub era realmente Santa Claus…y claro, hoy debe de estar con un resacón del quince. Por eso el jodido chiringuito que tiene montado a las afueras de Rovaniemi no lo abre hasta las 10 de la mañana…brrr! Nos hemos quedado sin ver al jodido Santa Claus y a sus puñeteros enanos esclavizados. No es que me haga ninguna ilusión a mí personalmente, claro, pero era por mis hijos, a ellos sí les habría gustado ver fotos y recibir una carta desde el garito de Santa Claus…y por ello estaba dispuesto a ser estafado en un establecimiento de estos, destinado a exprimir al turismo a costa de explotar la ilusión de sus hijos… ¡Pues que se joda! ¡¡¡VIVAN LOS REYES MAGOS!!! (¿se nota que estoy cabreado con el gordo de rojo? Que madrugue, coño, y si no pues que se jubile de una vez!!!)



Aquí no madrugan ni los elfos



Total, que con el mosqueo que pillamos por culpa del alcoholizado barbudo ese, se nos pasó el sitio exacto por donde cruzamos el Círculo Polar Ártico y no pudimos inmortalizar tan señalado acontecimiento (jodido viejuno sobrealimentado explotador de menores…). En fin, hicimos un par de fotos para demostrar que nosotros sí estuvimos allí a una hora decente (no como otros…) y continuamos nuestra ruta.





- ¡¡¡Mira, mira, mira, un reno!!!- Efectivamente, por fin vemos nuestro primer reno! Como es lógico nos hace mucha ilusión e intentamos fotografiarlo y grabarlo como sea. Pronto aparecerá otro reno. Luego otro más. Y otro más. Y más. Y más renos. Los comentarios van evolucionando como los Pokémon, es decir, son cada vez más fuertes:
- Ooooh, mira mira mira, un reeenoooo!!!
– Miiira, otro reeenooo
– Mira, otro reno
– Oootro reeeno, hay que ver, estos animales son un peligro para la circulación…
- Coño, otro bicho de esos…
- Joder, otro puto reno…
- Coño con los putos renos, me voy a cagar en todos sus cuernos!!!

Ejem, ejem, dejémoslo aquí, creo que ya os hacéis una idea…

Continuamos dirección Ivalo. Begoña está emocionada con la belleza de los paisajes. Aunque desde el avión había visto los bosques y lagos, “verlo” es absolutamente distinto a estar “dentro” del paisaje.

Ojalá pudieras estar allí, y no sólo ver estas fotos que no son capaces de reflejar la realidad

Nos detenemos en un carril cualquiera. Junto al camino hay un río y hacemos unas fotos. Tenemos la sensación de que en este viaje puedes cerrar los ojos y fotografiar hacia donde sea, que siempre obtendrás un paisaje precioso. Lástima que la cámara que traemos no es muy buena, y además la mayoría de las fotos las haremos desde la moto, en marcha, y saldrán muchas movidas.



¿Quién es este individuo que estropea la foto?

 

Intentando aligerar peso...la moto lleva exceso de carga!



Estamos en la zona más al norte de la Laponia finlandesa. El paisaje va cambiando poco a poco y se va convirtiendo en la tundra ártica. A los lados de la carretera vemos, de vez en cuando, estructuras que recuerdan a los tipis de los indios americanos: son  tiendas sami, generalmente reconvertidas en tiendas de souvenirs.

Bien! Vamos en la dirección correcta!

Abandonamos la carretera E75 para tomar la 92 (pero no la A92, que esa es la que lleva a Granada). En el desvío vemos la primera señal que indica: “NORDKAPP” ¡Bien! Inmortalizamos el momento. Almorzamos

frugalmente en una gasolinera como de costumbre. Yo aprovecho para limpiar los faros de la moto, se me acerca un motero irlandés y bromea: “¿Cuánto cobras por lavarme la moto?” Conocemos allí a otro motero finlandés, va en una BMW K100 que ha restaurado, y tiene otras siete motos más. Consulta el tiempo que nos hará hacia Nordkapp, y nos dice que nos lloverá. Bueno, qué remedio, hasta ahora no nos ha caído ni una gota, ya hemos tenido demasiada suerte.

No sé si lo he comentado ya, pero estamos muy sorprendidos de ver la gran cantidad de moteros escandinavos que nos estamos encontrando. Durante el viaje veremos montones de motos  finlandesas, muchas alemanas, bastantes suecas y noruegas, y algunas rusas. Uno cree que como por aquí el tiempo es muy frío y lluvioso, apenas encontrarás motos…y nos equivocamos totalmente. Muchísimas, ya digo.



Dispuesto a sacarme otro café "de gañote"

Pocos kilómetros después entramos en Noruega. Mi intención era comprar una taza-termo en la primera gasolinera Statoil que viera, ya que sabía por foros de internet que luego puedes llenarla de café gratis en todas las gasolineras Statoil del país. Para mi decepción, en gasolinera de Karasjok, el primer pueblo de Noruega, no pudimos conseguirla. Por suerte en el siguiente pueblo tuvimos más suerte y conseguimos unas tazas negras chulísimas, con calaveras, muy moteras jejeje!

El teléfono del finlandés de la K100 no se equivocó. Pronto comenzó a llover. Nos pusimos los monos de lluvia y claro, inmediatamente dejó de llover. Continuamos hacia el norte, cada vez estamos más cerca de Nordkapp. Nos quitamos los monos de lluvia y claro, inmediatamente comenzó a llover. Pero ya no paramos más.

El tiempo cada vez está peor, no sólo llueve sino que hay ráfagas muy fuertes de viento. A veces hay algo de niebla. Comenzamos a pasar túneles, lo peor es el viento al salir. Vamos forzando la vista para ver la carretera, porque en estas condiciones la visibilidad es más bien escasa…y además están los putos renos, siempre aparecen en el momento más insospechado. Se mimetizan con el asfalto con asombrosa eficacia, y no los ves hasta que tienes sus cuernos al alcance de la mano. Lluvia, viento, lluvia.



Qué monos estamos con los monos (de lluvia).



Por fin entramos en el túnel que da acceso a la isla de Magerøya, donde está Nordkapp. El túnel es un señor túnel: mide 7 kms de largo, y transcurre 200 metros por debajo del mar, con lo cual nada más entrar tienes una bajada bastante pronunciada, y al final una buena subida. Dentro hace frío, la temperatura es de 9 grados y hay mucha humedad. Pero cuando te quedas frío de verdad es al salir, porque te encuentras un peaje: el túnel es de pago, y además cobran por vehículo y también por pasajero.

Pasamos Honningsvag y llegamos al camping en el que habíamos pensado alojarnos, dejamos las motos bajo la lluvia y entramos a preguntar. El camping está lleno. Por suerte, la chica de la recepción hace una llamada y nos confirma que en el camping “Sol de Medianoche” (qué nombre más original, oiga) sí hay hytters libres, de modo que continuamos en dirección a Skarsvag. Al menos ya no llueve, y el viento también se ha calmado. Por el camino, las nubes decidieron abrirse un poco y mostrarnos la belleza del sol de media noche. La foto que encabeza este Blog se hizo en ese preciso momento.

Esta foto me encanta...



Esa carita de frío...



La luz del norte

La cabaña no tiene aseo dentro, pero da igual. Tenemos alojamiento, y vamos a dormir a 13 kms de Nordkapp, que no es poca cosa. Cenamos en el camping -bastante bien, por cierto-, y faltando unos veinticinco minutos para las doce de la noche, nos dirigimos a Cabo Norte por fin.  



A rascarse el bolsillo...otra vez.

 Por desgracia, como viene siendo habitual en este mundo, todo se convierte en un negocio. Nordkapp ya no es Nordkapp, ahora es Plaza Mayor (centro comercial de Málaga). En fin. Pagamos para entrar al recinto, y nos hacemos las fotos de rigor, con un sol que tímidamente apenas se dejaba ver. Estamos muy cansados, pero lo hemos conseguido. Estamos en Nordkapp. 71° 10′ 21″ N. Más adelante ya sólo hay un acantilado, y el mar. “Más allá hay monstruos”, como decían los mapas que confeccionaban los cartógrafos medievales en el punto a partir del cual se desconocía el territorio. Y el Polo Norte a unos 2.000kms. Estamos en Nordkapp, y hemos llegado conduciendo nuestras propias motos desde Málaga. Reto superado. Termina la primera parte del viaje, a partir de ahora viajaremos hacia el sur, recorriendo Noruega. Compramos la inevitable pegatina que mostrará al mundo que nuestra moto ha estado en el punto más al norte de la Europa peninsular, y volvemos al camping. Como es normal en este remoto rincón del mundo, las camas no tienen sábanas (se alquilan aparte), pero ya estamos prevenidos por las crónicas de otros viajeros, y tenemos unos sacos-sábana comprados en la sección de camping de Decathlon. Nos introducimos en ellos, nos tapamos con el nórdico (eso sí lo tienen todas) y dormimos como reyes, sin que nos moleste la eterna luz que se filtra a través de las exiguas cortinas.

En el cielo luz, y en mis brazos tú...




Señalando el reloj para que se vea la hora (23:24)

 FOTOS TOMADAS ENTRE LAS 23:24 h Y LA 01:30

Aquí se ve que es "de día"

No se nos ve muy bien, pero sí, somos nosotros.

Los tres moteros "bravidos"

Lo conseguimos!!!



El acantilado tiene más de 300 metros de altura.







Mi peke también es protagonista...